¿Te has preguntado si tu novio / esposo está cansado de ti?


 Llega una edad, un momento en nuestras vidas en que las mujeres nos conocemos perfectamente bien. Sabemos cuándo necesitamos estar solas, cuándo necesitamos un abrazo y también sabemos cuándo ni nosotras mismas nos soportamos.

Yo soy soltera, pero he visto a mis amigas que ya están casadas o con una relación más o menos estable que no son del todo felices. Y es que estamos tan acostumbrados a escuchar que las mujeres se quejan de sus maridos -ya no por infieles-, sino porque tristemente descubrieron que aquel príncipe azul que las conquistó se esfumó la noche de bodas. Y todo es tan normal.

He notado que nos volvemos mucho más irritables y conforme avanzan los años en las relaciones, se desgastan uno a otro como la gota que perfora la piedra. Y a fin de cuentas, la relación conyugal se termina convirtiendo en costumbre, como la canción de nuestro Divo de Juárez.

Sin embargo, si ya están “arrejuntaos”, casados o simplemente viviendo ocasionalmente con su pareja, como un medio de llevársela tranquila, me imagino que también debe ser válido preguntarse cómo se siente nuestra pareja de convivir su espacio vital con nosotros. Y no me van a dejar mentir, pero apuesto que ustedes (mujeres) no saben cuáles son las principales quejas de los hombres cuando, literalmente “se cansan” de la esposa, sino que solo dicen "es que ya no me quiere", "es que ya no me escucha" y bla bla bla, pero ¿saben realmente qué pasa por su cabeza después de un largo día de trabajo y todavía llegar a casa a escuchar el reclamo de la esposa por no haber colocado magistralmtente  el cortinero de la sala?

Para ello, Antonio Amurri, en su libro “El arte de matar a la esposa” (1975. Bogotá, Colombia) nos narra en 31 ejemplos prácticos, cómo deben actuar los caballeros cuando se cansan de las esposas. Pero es un ejemplar que sin duda, también es para mujeres que, en su tangible realidad y la gracia de los ejemplos, que estoy segura les hará pasar un buen rato a carcajadas. Les dejo una probadita:

        “No hagáis caso de vuestras esposas cuando se quejan del exceso de trabajo. En realidad, toda su fatiga consiste en apretar los botones de los electrodomésticos que literalmente las asedian. Y si resoplan es porque preferirían tener una criada que los apretase por ellas…”
  




Que claro que no estoy promoviendo ningún tipo de acción en contra de las mujeres, ni de los feminicidios que tristemente se suman día a día en nuestro país, sino que lo que pretendo es aligerarles el paso y el peso de aquellas circunstancias cotidianas de la vida en pareja. 

Venga! No se sientan tan incomprendid@s que seguramente en alguna otra parte del mundo otro hombre u otra mujer también sufre por esas manías absurdas del esposo.


Hay versión disponible en línea.

Saludos!


Nora G.

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