¡Paren el mundo, que me quiero bajar!



¿Alguna vez haz deseado tener una varita mágica y regresar a cuando eras niñ@?

El otro día, en una de nuestras miles de conversaciones, salió el tema de la responsabilidad de ser adulto. Del extrañar no tener que tomar decisiones, no tener que trabajar y solo dejarte consentir y apapachar por tus papás.

Y es que, ¿A quién no le gusta que hagan todo por ti?. La verdad es que estoy segura que a todos nos encanta dejarnos consentir de vez en cuando, hacer de cuenta que no tienes miles de pendientes en el trabajo, olvidar que la renta se paga cada mes y que tu alacena está un poquito vacía.

Lo malo es cuando deciden quedarse estacionados en esa etapa y vivir con los papás hasta los 50 ¿no?, pero bueno, ese ya es otro tema (Síndrome de Peter Pan) que otro día les platicaré .

Pero, ¿les digo algo?, Yo no cambiaría mi vida por nada, así como está ¡me encanta!. Con sus miles de pendientes, preocupaciones, dramas, desamores , porque todo lo que he vivido hasta ahora ha hecho mi vida muy divertida.

Aunque estoy segura que hay muchas cosas que todos podemos aprenderles a los niños: la capacidad de asombro, lo despreocupados que pueden ir por el mundo con zapatos de distintos colores, el poder reír por horas de las cosas más simples, poder salir disfrazados de princesa o súper héroe sin que les de pena, etc., etc.

Si tuviera una varita mágica, seguro regresaría de vez en cuando a despreocuparme del tiempo, del dinero, comería dulces sin hartarme, brincaría en los charcos (lo sigo haciendo jaja), me dormiría en cualquier lado con la seguridad de que alguien está cuidándome, y reiría de cosas tontas sin que nadie me dijera: "Ya madura".



De vez en cuando se vale comportarnos como niños, pero con la buena onda que es ser adulto.

¿Ustedes qué harían si pudieran ser niños otra vez?

Gio


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