Hablemos de amor propio




Es súper común y trillado escuchar el consejo de “si no te quieres tú, ¿cómo quieres que otros te quieran?”, pero ¿alguna vez haz pensado qué está sintiendo la persona a la que le das el consejo? O ¿qué l@ llevó a no quererse?

Pueden ser muchas razones, al final cada quien tiene su historia. Quizás es por que su físico no le gusta o por que aunque tenga el mejor físico y esté buenísim@, no logra darse cuenta.

Te contaré mi historia :)

Toda mi vida he tenido altibajos en mi peso, algunas veces he sido flaca y otras muchas tantas he tenido sobrepeso.

La verdad siempre me confié por que como soy alta “no se me notaba”, ¡pero claro que se notaba!. Entonces fui de nutriólogo en nutriólogo, literal probé de todo, me puse agujas, balines, comí puras cosas verdes, etc, etc, etc. Me inscribí muchas veces al gimnasio y en uno y en otro caso, siempre pasaba algo que hacía que lo dejara. Y ahí iba de nuevo sumándole kilos a la báscula y centímetros a la cintura.

Hace cinco años aproximadamente comencé a correr, lo máximo que corrí fueron 15 kilómetros, me inscribí a muchas carreras y tenía mi pared llena de medallas. Y ooooootra vez me confié, según yo en mi mente creía que como corría podía comer de todo. Y volví a subir de peso una vez más, intenté volver a correr pero con el sobre peso lo único que logré fue lastimarme.

Lo seguía intentando, comiendo pura lechuga y zanahorias, una y otra vez.

De pronto un día dejé de verme al espejo, con todo y que en mi cuarto siempre había un espejo de cuerpo completo, dejé de darme cuenta que ya no solo era un tema físico, si no un tema de salud.  Te prometo que bloquee tanto la imagen de mi misma, que si me topaba un espejo de cuerpo completo, pasaba de frente... ¡No me veía!

Hace un año fui a cita médica y la doctora muy fríamente me dijo que tenía pre-diabetes, y que prácticamente tenía que empezar a tratarme como diabética. La verdad se me heló la sangre, mi papá es diabético y la mayoría de mi familia lo es, sé lo dañina que es esa enfermedad, ¡yo no quería tenerla!

Total que me hicieron estudios y descartaron la diabetes, fue en ese momento que dije mmm nop, yo no quiero este estilo de vida. Así que me armé de valor y de la mano de mi novio inicié un proceso para cambiar mi vida y mi manera de verla.

Llevo 7 meses con nutriólogo y dándole duro al ejercicio, cambiando mis hábitos de alimentación y disfrutando sentirme bien. Al día de hoy llevo poco más de 10 kilos abajo,  casi 20 centímetros de cadera y cintura (¡Ya tengo cintura!) y aproximadamente 10% menos de grasa corporal.

Además, le gané la batalla al espejo, comencé a disfrutar verme todos los días. Aunque les he de confesar que cuando empezaron a haber cambios en el proceso, un día me topé con el espejo y no supe quién era la persona que estaba ahí, no me reconocí. Desde que inicié este proceso, casi todos los días me tomo una foto, por que me encanta ver los cambios.

Y algo que me gusta mucho es que mi cambio empezó a motivar a más personas a comer bien, a hacer ejercicio y a ir al  nutriólogo. Y se siente súper chido que te digan "me inspiraste".

Yo ya decidí seguir en este proceso, y no por verme bien (aunque me encanta), si no por saber que con este proceso voy a seguir dándole lata a mi familia y amigos por muuuuucho tiempo. 

Si conoces a una persona que no acepta su cuerpo no le digas que se ame, ayúdala a llegar a ese proceso y dale mucho amor, que te juro que lo necesita.







Comentarios

Entradas populares